Un viaje al spa es todo un viaje a la salud, la belleza y el equilibrio espiritual. Desafortunadamente, no siempre es posible visitar el spa cuando sentimos la necesidad. Solemos vivir con tanta prisa que para mantener la armonía entre cómo nos sentimos y cómo nos vemos, tendríamos que visitar los centros de spa cada semana o incluso con más frecuencia. Ya que no podemos ir al spa tan a menudo… ¡invitémoslo a nuestra casa! He aquí una forma sencilla de relajarse, renovarse y regenerarse en la comodidad de tu propio hogar.
¿Qué es el spa?
El término spa del latín Sanitas per aquam significa «salud a través del agua». En la conciencia social, no solo se asocia con las aguas termales y los balnearios. Hoy en día, el spa se define como cualquier baño relajante que no solo sirve para lavar y limpiar el cuerpo, sino sobre todo para relajarse.
El spa es un lugar donde no hay prisa. Es una serie de actividades que están diseñadas para relajarse y hacerte sentir cómodo. El spa es el momento en el que puedes dejar de lado todos los malos pensamientos y centrarte en las cosas y sensaciones agradables. El spa sirve para mantener la salud, la belleza y el bienestar. Es más que un baño de burbujas. Requiere el clima, la decoración y el ambiente adecuados. ¿Cómo lograr todo esto en tu propia casa?
¿Cómo preparar un spa en casa?
Además de una noche libre, una bañera y agua caliente, también necesitas aparatos que creen el ambiente adecuado. Aceites sensuales y perfumados y un quemador de aceite, luz de velas, incienso, música romántica, luz suave, sales de baño fragantes… todo esto crea un estado de ánimo y hace que te relajes fácilmente después de un largo y duro día. Muchas personas también utilizan infusiones aromáticas, té helado u otras bebidas para el baño.
Spa en casa paso a paso
1. Prepara velas, aceites esenciales y quemadores de aceite. Si no tienes uno, puedes echar unas gotas de aceite en el baño; el aroma llenará todo el baño y el aceite cuidará adicionalmente su piel. Asegúrate de elegir aceites con un aroma suave y relajante. Sin embargo, si tu objetivo es nutrir la piel durante el baño, añade un poco de aceite de oliva, aceite de argán o aceite de almendras dulces en la bañera. En el caso de la piel afectada por la celulitis, puedes complementar el baño con unas pocas gotas de aceite esencial de pomelo.
2. ¡Sin burbujas, no hay diversión! Añade a la bañera un baño de burbujas fragante y sumérgete en la suave espuma. Si tienes un cojín de bañera especial en casa, llévatelo, apoya la cabeza en él y cierra los ojos. Escucha música e intenta relajarte.
3. Las sales de baño son una verdadera ayuda de minerales, aminoácidos y una gama de sustancias activas valiosas para la piel. Añade un poco al agua y descansa, recordando no dejar que el agua se enfríe demasiado.
4. La temperatura correcta del agua es de gran importancia; un baño demasiado frío te estimulará en lugar de relajarte, por lo que la temperatura óptima del agua en el spa es de unos 30-38 grados centígrados.
5. Es hora de los tratamientos de belleza. Échate exfoliante corporal (puedes hacer el tuyo propio conuna mezcla de sal y manteca de karité o manteca de cacao). Masajea suavemente, pero con firmeza todo el cuerpo, empezando por los pies, y subiendo hasta los brazos y el cuello.
6. Después del baño, puedes hacerte un masaje; para ello, utilice un aceite natural especial o un masaje de velas.
7. Sécate el cuerpo, lávate la cara con un tónico, échate tu crema favorita y… no no te lances directamente a los asuntos cotidianos. Ponte el albornoz, hazte un té aromático, busca un libro o ponte tu serie de televisión favorita. Trata de mantener un estado de relajación y armonía el mayor tiempo posible.
¿Cuáles son los beneficios de un spa en casa?
- mejora el estado de ánimo;
- aumenta la circulación sanguínea subcutánea y mejora el efecto de los cosméticos;
- aumenta la capacidad de absorción de las sustancias activas en la piel;
- rejuvenece, estimula los sentidos;
- tensa la piel;
- combate el estrés y la presión.